El melanoma es una forma de cáncer cutáneo que surge en los melanocitos, las células responsables de la producción del pigmento de la piel. Este cáncer puede ser muy grave si no se detecta a tiempo, por lo que es importante conocer sus síntomas y características.
Hay varias clases de melanoma, y cada una posee rasgos particulares que las distinguen. La identificación temprana a través del diagnóstico de melanoma es esencial para un tratamiento efectivo.
En este artículo se explorarán los tipos de melanoma, sus síntomas, métodos de diagnóstico y opciones de tratamiento.
Melanoma: definición y características básicas

Se explicará qué es el melanoma, sus diferencias con otros tipos de cáncer de piel y el papel de los melanocitos en nuestra piel.
Qué es un melanoma y cómo se forma
El melanoma corresponde a una clase de cáncer cutáneo que se desarrolla en los melanocitos, las células encargadas de sintetizar la melanina, el pigmento responsable de aportar coloración a la piel, los ojos y el cabello.
El melanoma aparece cuando los melanocitos empiezan a multiplicarse sin control, un proceso que puede desencadenarse por diversos elementos, siendo la exposición a la radiación ultravioleta (UV) —ya sea del sol o de dispositivos artificiales como las cabinas de bronceado— la causa principal.
El melanoma puede surgir de lunares existentes o aparecer como nuevos bultos en la piel. Lo alarmante de este tipo de cáncer es que, si no se identifica a tiempo, tiene la capacidad de extenderse a otras áreas del organismo.
El diagnóstico precoz es fundamental para aumentar las posibilidades de tratamiento exitoso.
Diferencias entre melanoma y otros tipos de cáncer de piel
Hay diferentes variedades de cáncer cutáneo, entre las cuales los más frecuentes son el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
A diferencia de estos, el melanoma es mucho más agresivo y tiene mayor potencial de metástasis, lo que significa que puede propagarse rápidamente a otros órganos si no es tratado adecuadamente.
- Carcinoma basocelular: Este tipo de cáncer es más común y tiende a crecer de forma lenta en la piel. Generalmente, no suele metastatizar.
- Carcinoma espinocelular: Se desarrolla a partir de las células espinosas de la epidermis. Aunque puede ser más agresivo que el basocelular, tiene una menor tasa de metástasis en comparación con el melanoma.
- Melanoma: Este tipo se origina en los melanocitos y tiene un riesgo más elevado de extensión a otros órganos. Su detección temprana es clave para un tratamiento efectivo.
Papel de los melanocitos y la melanina en la piel
Los melanocitos son células situadas en la capa externa de la piel, encargadas de generar melanina, el pigmento responsable del tono de la piel. Esta sustancia es fundamental para resguardar las células cutáneas de los efectos nocivos provocados por la radiación ultravioleta.
Cuanta más melanina haya en la piel, mayor será su capacidad para absorber y dispersar la radiación ultravioleta, reduciendo así el riesgo de daño celular y cáncer.
Sin embargo, la exposición prolongada y excesiva al sol puede llevar a daños en los melanocitos y dar lugar a la formación de melanomas. Es fundamental cuidar nuestra piel y protegerla adecuadamente para prevenir la aparición de este grave problema de salud.
Factores de riesgo y prevención del melanoma

Comprender los factores de riesgo relacionados con el melanoma es fundamental para su prevención.
Existen varias causas que incrementan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad, pero también hay acciones que se pueden implementar para minimizar dicho riesgo.
Exposición al sol y radiación ultravioleta
La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es uno de los principales factores que pueden contribuir al desarrollo de un melanoma.
La radiación solar incluye dos tipos de rayos ultravioleta que impactan la piel: UVA y UVB. Los dos pueden provocar lesiones celulares cutáneas, lo que eleva la probabilidad de desarrollar cáncer.
- Los días soleados son especialmente peligrosos, ya que la radiación UV es más intensa.
- Las camas de bronceado también representan un riesgo, ya que emiten radiación UV que puede causar daño cutáneo.
Protegerse del sol, sobre todo en las horas pico (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.), es vital para reducir el riesgo de melanoma.
Factores genéticos y antecedentes familiares
Los antecedentes familiares juegan un papel significativo en la predisposición al melanoma.
Si hay casos de melanoma en la familia, es más probable que los miembros tengan mayor riesgo de desarrollarlo.
- Las mutaciones en ciertos genes, como el BRCA2, pueden aumentar la probabilidad de melanoma.
- Los estudios evidencian que las personas con antecedentes familiares de melanoma deben ser más vigilantes con respecto a la salud de su piel.
Piel que se quema con facilidad y riesgo aumentado
Tener una piel que se quema fácilmente o un tipo de piel clara que presenta pecas puede aumentar el riesgo de melanoma.
Estas características se asocian a una menor cantidad de melanina, el pigmento que protege la piel de los daños del sol.
- Las personas con pelo rubio o pelirrojo también están en un grupo de mayor riesgo.
- La evaluación regular de la piel es crucial para detectar cambios en lunares, especialmente en estas personas.
Uso adecuado del protector solar y ropa de protección
Una manera efectiva de prevenir el melanoma es el uso constante y adecuado de protector solar.
Se aconseja aplicar un protector solar con un Factor de Protección Solar (FPS) mínimo de 30 para garantizar una protección adecuada frente a la radiación ultravioleta que puede dañar la piel y aumentar el riesgo de esta enfermedad.
- Aplicar el protector solar incluso en días nublados, ya que la radiación UV puede penetrar las nubes.
- Cambiar la ropa vulnerable y usar prendas de protección puede ayudar a disminuir la exposición directa al sol.
Importancia de la educación médica y la conciencia pública
Informar y concienciar acerca del melanoma y las formas de evitarlo es clave para disminuir la frecuencia con la que aparece esta enfermedad.
Es importante concienciar sobre los signos de advertencia y la necesidad de autoexámenes regulares de la piel.
- Programas de sensibilización en colegios y comunidades pueden facilitar el acceso a información sobre la prevención y detección temprana.
- Asimismo, fomentar chequeos dermatológicos regulares puede ser determinante en la identificación temprana de la enfermedad.
Tipos de melanoma

El melanoma es un cáncer de piel que presenta diferentes variedades. Cada tipo tiene características propias y puede manifestarse de distintas maneras.
A continuación, se describen los tipos más comunes de melanoma.
Melanoma superficial diseminado
Este tipo de melanoma es el más común, constituyendo cerca del 70% de los casos identificados. Se manifiesta como una mancha plana que, con el paso del tiempo, modifica su tamaño, forma o tonalidad.
Características y evolución
El melanoma superficial diseminado suele crecer de manera lenta y puede tener bordes irregulares. La detección precoz es esencial, ya que este tipo es más tratable cuando se identifica en fases iniciales.
Áreas más frecuentes de aparición
Por lo general, se presenta en áreas del cuerpo que reciben una mayor exposición solar, como la espalda, los brazos y las piernas. Sin embargo, también puede desarrollarse en zonas menos expuestas, siendo importante mantener una vigilancia constante sobre los lunares en toda la piel.
Melanoma nodular
Este tipo de melanoma se caracteriza por un nódulo elevado, que puede aparecer de forma repentina. Su crecimiento es más rápido en comparación con otros tipos de melanoma.
Crecimiento y signos visibles
El melanoma nodular suele ser oscuro y presenta una superficie lisa o escamosa. En muchos casos, el bulto puede ser indoloro y no causar síntomas inicialmente, lo cual dificulta su detección temprana.
Riesgo y pronóstico
El melanoma nodular tiene un mayor potencial de metastatizar, lo que significa que puede diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo. Esto incrementa el riesgo de complicaciones y hace que el pronóstico sea más grave si no se diagnose a tiempo.
Melanoma lentigo maligno
Este tipo de melanoma suele aparecer en zonas cutáneas que han recibido una exposición solar prolongada a lo largo del tiempo. Es más habitual en personas de edad avanzada.
Apariencia y diagnóstico inicial
Se manifiesta como una mancha plana, de color marrón o negro, que puede crecer lentamente. A menudo se confunde con otras manchas solares, lo que puede retrasar el diagnóstico adecuado.
Grupos de edad afectados
El melanoma lentigo maligno es más común en personas de edad avanzada, especialmente aquellas con antecedentes de exposición solar intensa. Por lo tanto, es fundamental para los mayores realizarse chequeos cutáneos regulares.
Melanoma acral lentiginoso
Este tipo de melanoma es el más común en personas con piel de tonalidad más oscura. Se presenta de manera distinta a otros melanomas, ya que puede aparecer en zonas que suelen estar menos expuestas al sol.
Localización en palmas, plantas y uñas
El melanoma acral lentiginoso aparece en áreas poco comunes como las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de las uñas, lo que puede hacer que su diagnóstico sea más complicado.
Prevalencia en personas de piel oscura
Es más frecuente en personas de piel oscura y, a menudo, es diagnosticado en etapas más avanzadas debido a la falta de concienciación y autoexamen en estas poblaciones.
Melanoma desmoplásico
Este tipo es menos común en comparación con los otros melanomas pero posee características especiales que lo diferencian. Su diagnóstico puede ser complicado debido a su variabilidad en apariencia.
Rasgos clínicos y diagnóstico diferencial
El melanoma desmoplásico puede presentar menos pigmentación en comparación con otros melanomas, lo que lleva a confusiones en el diagnóstico. Es fundamental que los profesionales de la salud consideren esta modalidad al analizar lesiones atípicas en la piel.
Síntomas y señales de alarma en el melanoma

Reconocer los síntomas y señales de alarma del melanoma es vital para un diagnóstico temprano.
Detectar esta enfermedad de forma temprana puede influir significativamente en el éxito del tratamiento y en el pronóstico final.
Cambios en lunares existentes: color, forma y tamaño
Un signo temprano de melanoma puede ser el cambio en un lunar que ya existe. Esto puede incluir modificaciones en su color, forma o tamaño. Si un lunar que era previamente uniforme empieza a mostrar diferentes tonalidades o si sus bordes se vuelven irregulares, estos son signos que deben ser muy tomados en serio.
La vigilancia regular de estos cambios puede ayudar a que se detecte el melanoma antes de que se propague.
Aparición de nuevos bultos o manchas pigmentadas
La aparición de nuevos bultos o manchas en la piel que son diferentes a los lunares existentes también es motivo de preocupación.
Estas nuevas lesiones pueden ser cualquier cosa, desde pequeñas manchas marrones hasta bultos elevados. Es esencial prestar atención a cualquier nuevo crecimiento en la piel, especialmente si se desarrollan rápidamente.
Criterios ABCDE para identificar un melanoma
Una herramienta útil para detectar el melanoma es el sistema ABCDE, que ayuda a evaluar las características de los lunares o manchas pigmentadas.
Este método consiste en observar varios aspectos clave que podrían indicar problemas.
Asimetría
La asimetría se refiere a la forma irregular de un lunar. Si divides un lunar por la mitad y las dos mitades no son iguales, esto puede ser motivo de alarmarse. La forma simétrica es un signo de un lunar normal, mientras que la asimetría podría ser una señal de melanoma.
Bordes irregulares
Los bordes de un lunar saludable son generalmente lisos y bien definidos. En contraste, los melanomas pueden presentar bordes irregulares, desiguales o difusos. Esto también es un indicador que no se debe ignorar.
Color desigual
Un lunar que presenta un color uniforme es típico de una lesión benigna. Si observas que un lunar tiene múltiples colores, como marrón, negro, rojo o blanco, es importante buscar atención médica. Este cambio en la coloración puede ser indicativo de melanoma.
Diámetro superior a 6 mm
Los lunares o manchas que son más grandes de lo habitual, particularmente aquellos que superan el diámetro de 6 mm, deben ser evaluados por un profesional. Mientras que la mayoría de los lunares benignos son más pequeños, un tamaño mayor puede ser alarmante.
Evolución y cambios recientes
Cualquier modificación en un lunar, ya sea en su color, dimensión o contorno con el paso del tiempo, resulta motivo de preocupación.
La evolución de un lunar existente es una señal de que podría haber un problema, y es fundamental que se consulte a un médico para una evaluación adecuada.
Importancia del autoexamen regular de la piel
Llevar a cabo una revisión periódica de la propia piel es una acción fundamental para identificar cualquier cambio o anomalía que pueda presentarse.
Inspeccionar la piel en busca de cambios en los lunares o la aparición de nuevas manchas puede ser una forma eficaz de identificar el melanoma en sus etapas iniciales. Establecer un hábito de control mensual puede ser clave para una detección temprana.
Diagnóstico del melanoma

El diagnóstico del melanoma es crucial para asegurar un tratamiento oportuno y eficaz. Este proceso implica una serie de evaluaciones y pruebas que permiten a los especialistas confirmar la presencia del cáncer y determinar su extensión.
Evaluación clínica por profesionales médicos
La primera etapa en el diagnóstico del melanoma comienza con un examen físico. Un dermatólogo examina la piel del paciente cuidadosamente en busca de cualquier signo que pueda indicar la presencia de un melanoma.
Durante esta evaluación, se considera el historial médico y el familiar del paciente, ya que ciertos antecedentes pueden aumentar la sospecha de la enfermedad.
Técnicas de biopsia para confirmar el diagnóstico
Una vez que se sospecha de un melanoma, el siguiente paso es realizar una biopsia. Este método resulta esencial para validar el diagnóstico, ya que posibilita la obtención de una muestra de tejido que será examinada.
Existen diferentes técnicas de biopsia que se pueden utilizar:
Biopsia por escisión
Este tipo de biopsia implica la remoción total del lunar o del área sospechosa, incluyendo también una porción de piel sana circundante.
Este enfoque permite al médico obtener información sobre la extensión del melanoma y su composición.
Biopsia con sacabocados
Con esta técnica, se extraen capas más profundas de la piel utilizando un instrumento especial. Esta opción es menos invasiva y se utiliza generalmente para evaluar lesiones que no requieren una escisión completa en este primer paso.
Estadificación y valoración del grosor del tumor
Después de confirmar el diagnóstico, se procede a la estadificación del melanoma. Esto requiere evaluar el espesor del tumor y verificar si ha habido propagación a otras áreas del organismo, información clave para establecer el plan de tratamiento correcto.
Para ello, se utilizan diferentes métodos de imagen y análisis complementarios.
Biopsia de ganglio linfático centinela
En caso de que se sospeche que el melanoma ha hecho metástasis, se puede realizar una biopsia de ganglio linfático centinela. Este procedimiento permite identificar si el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos cercanos, lo que determina el nivel de gravedad de la enfermedad y las opciones de tratamiento.
Procedimiento y utilidad clínica
El ganglio linfático centinela es el primer ganglio al que puede llegar el cáncer desde el tumor primario. Se inyecta un tinte en la zona del melanoma que viaja a través del sistema linfático. A través de esta técnica, los médicos pueden evaluar si hay células cancerosas presentes en esos ganglios.
Evaluación de posibles metástasis
La información obtenida a través de la biopsia de ganglio linfático centinela es crucial, ya que una metástasis positiva podría indicar que el melanoma se ha diseminado y requeriría un enfoque más agresivo en su tratamiento.
En caso de hallazgos negativos, puede ser más probable que el tratamiento inicial de melanoma se enfoque en la extirpación quirúrgica.
Tratamiento del melanoma

El tratamiento del melanoma depende de diversos factores, como el tipo, la ubicación y la etapa en la que se encuentre.
Existen diferentes enfoques terapéuticos que se adaptan a las necesidades de cada paciente.
Cirugía y tipos de extirpación según el estadio
La intervención quirúrgica constituye la opción terapéutica más habitual y eficaz para el melanoma, sobre todo cuando se detecta en sus fases tempranas.
Este procedimiento implica la eliminación del melanoma y parte del tejido sano circundante.
Margen de seguridad y tejido sano
Durante la cirugía, se busca obtener un margen de seguridad adecuado. Esto significa que se extirpa no solo el melanoma, sino también un área de tejido sano a su alrededor.
Esta estrategia contribuye a disminuir la posibilidad de que permanezcan células malignas en el área tratada.
Cirugía en melanomas avanzados
En casos de melanomas más avanzados, puede ser necesaria una cirugía más extensa. Esto puede incluir la extirpación de ganglios linfáticos cercanos que puedan haber sido afectadas por la metástasis.
El cirujano examinará la extensión de la enfermedad y tomará decisiones apropiadas para asegurar la mejor salida posible para el paciente.
Inmunoterapia y activación del sistema inmunitario
La inmunoterapia está dirigida a fortalecer el sistema inmunológico del paciente, facilitando que identifique y ataque las células cancerígenas.
Este método terapéutico ha demostrado ser eficaz en casos de melanoma en etapas avanzadas.
Medicamentos principales y efectos
Entre los tratamientos empleados en inmunoterapia se encuentran los inhibidores de puntos de control inmunológicos, como el pembrolizumab y el nivolumab. Estos medicamentos facilitan la activación de las células T del sistema inmune.
Aunque la respuesta a la inmunoterapia puede variar, los efectos secundarios pueden incluir fatiga, erupciones cutáneas y otros síntomas autoinmunitarios.
Indicaciones en melanomas metastásicos
La inmunoterapia resulta particularmente beneficiosa para quienes padecen melanoma metastásico, es decir, cuando el cáncer se ha extendido a distintas áreas del organismo.
En estas situaciones, puede ser una opción que mejore la calidad de vida y la esperanza de vida.
Quimioterapia en casos seleccionados
La quimioterapia no es el tratamiento más utilizado para el melanoma en comparación con otros tipos de cáncer. Sin embargo, puede ser una alternativa en casos seleccionados, especialmente si el melanoma ha metastatizado y otras terapias no han funcionado.
Radioterapia: aplicaciones y limitaciones
La radioterapia se utiliza con menos frecuencia como tratamiento principal para el melanoma. Sin embargo, puede ser efectiva en situaciones específicas, como en casos donde el melanoma no puede ser extirpado quirúrgicamente o para aliviar síntomas en un melanoma avanzado.
Tratamientos dirigidos y terapias personalizadas
Los tratamientos dirigidos hacen uso de medicamentos que atacan características específicas de las células cancerosas.
Por ejemplo, en melanomas con mutaciones en el gen BRAF, se pueden emplear inhibidores específicos que atacan estas mutaciones.
La terapia personalizada se está convirtiendo en un enfoque prometedor, ya que permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente, maximizando así la efectividad a la vez que se minimizan los efectos secundarios.
Atención médica y seguimiento tras el diagnóstico

La atención médica y el seguimiento son fundamentales tras el diagnóstico de melanoma.
Estas acciones aseguran un monitoreo efectivo y facilitan una intervención pronta ante cualquier variación en el estado de salud del paciente.
Revisión periódica y controles médicos
Una vez diagnosticado el melanoma, es importante mantener un seguimiento regular con el médico. Generalmente, se recomienda una revisión cada 3 a 6 meses durante los primeros años. Estas revisiones permiten:
- Monitorizar cualquier signo nuevo en la piel.
- Realizar exámenes físicos completos.
- Discutir preocupaciones y síntomas que el paciente pueda presentar.
Los controles médicos ayudan a detectar cualquier tipo de cambio o recurrencia de forma temprana, lo que optimiza las opciones de tratamiento y mejora el pronóstico.
Detección temprana de recurrencias
El melanoma puede reaparecer incluso tras un tratamiento exitoso, por lo que es esencial estar atentos a las señales. Durante las revisiones, los médicos se centrarán en:
- Identificar manchas o lunares que hayan cambiado de aspecto.
- Investigar la aparición de nuevos bultos o lesiones en la piel.
- Realizar pruebas adicionales si se presentan síntomas sospechosos.
La detección temprana es clave para abordar cualquier recurrencia de manera efectiva. Esto no solo incluye la piel, sino también un monitoreo cuidadoso de los ganglios linfáticos y otros órganos que pueden estar en riesgo.
Apoyo psicológico y cuidados integrales
El diagnóstico de melanoma puede impactar emocionalmente a los pacientes. Por ello, es crucial ofrecer apoyo psicológico. Este tipo de ayuda puede incluir:
- Asesoramiento individual o grupal.
- Terapias que ayuden a manejar la ansiedad y el estrés asociado con la enfermedad.
- Programas de bienestar que promuevan una vida saludable.
El enfoque integral considera tanto el tratamiento físico como el bienestar emocional, lo que potencia la calidad de vida del paciente durante y después del proceso de tratamiento.
Información para pacientes y familiares
La educación sobre el melanoma es vital para pacientes y sus familias. Se deben proporcionar recursos e información clara que incluya:
- Detalles sobre síntomas y cuidados posteriores al tratamiento.
- Consejos para una vida saludable después del diagnóstico.
- Recursos sobre grupos de apoyo y comunidades locales.
Comprender la enfermedad y el proceso de recuperación permite a los pacientes tomar decisiones informadas, fomentar una buena comunicación con el equipo médico y desarrollar un plan de cuidados eficaz.
La investigación en melanoma avanza rápidamente, aportando nuevos conocimientos y soluciones cada día. A continuación, se exponen algunos de los desarrollos más recientes en este campo.
Investigación actual y avances en melanoma

Nuevos fármacos y ensayos clínicos
La constante investigación en tratamientos para el melanoma ha permitido el descubrimiento y la creación de medicamentos innovadores y más eficaces.
Estos incluyen terapias que estimulan el sistema inmunológico y tratamientos dirigidos a mutaciones específicas de células cancerosas.
Se están realizando ensayos clínicos para evaluar la efectividad de estos fármacos, tanto de manera individual como en combinaciones. Entre las estrategias más prometedoras se encuentran:
- Inhibidores de puntos de control inmunitarios, que ayudan al sistema inmunológico a reconocer y atacar las células cancerosas.
- Terapias basadas en virus oncolíticos, que son virus modificados que pueden infectar y destruir células tumorales.
- Medicamentos dirigidos como los inhibidores de BRAF y MEK, que se utilizan en pacientes con mutaciones específicas de BRAF.
Estudios sobre prevención y factores de riesgo
La prevención es un aspecto clave en la lucha contra el melanoma. Investigaciones recientes han identificado diversos factores de riesgo que se asocian con un mayor desarrollo de esta enfermedad. Los estudios destacan la importancia de vigilar:
- La exposición a la radiación ultravioleta y su relación con la incidencia de melanoma.
- Los antecedentes familiares de melanoma y otros cánceres de piel.
- La importancia de la protección solar y el uso de ropa adecuada en la prevención.
Estos hallazgos están impulsando campañas de concienciación para educar al público sobre cómo reducir el riesgo personal.
Tecnología para diagnóstico precoz
La detección temprana del melanoma sigue siendo vital para mejorar los resultados de tratamiento. La investigación ha adoptado nuevas tecnologías que permiten diagnósticos más precisos y rápidos. Algunas de estas tecnologías incluyen:
- Imágenes digitales avanzadas que permiten un mejor análisis de lunares y lesiones sospechosas.
- Inteligencia artificial que ayuda a identificar patrones en fotografías de lesiones cutáneas, mejorando la precisión diagnóstica.
- Herramientas de telemedicina que permiten consultas remotas, facilitando el acceso a especialistas para un diagnóstico más ágil.
Colaboración entre profesionales de la salud y pacientes
La colaboración entre profesionales de la salud, científicos y pacientes resulta esencial para progresar en el abordaje y tratamiento del melanoma.
Las instituciones de salud están fomentando estas colaboraciones a través de:
- Proyectos de investigación participativa que incluyen a pacientes en el diseño de estudios y ensayos clínicos.
- Programas de educación para pacientes que les informan sobre sus opciones de tratamiento y los empoderan en la toma de decisiones.
- Redes de apoyo que facilitan el intercambio de experiencias entre pacientes, mejorando el bienestar emocional y la adherencia al tratamiento.
Con el esfuerzo conjunto de todos estos actores, se espera que un futuro con avances significativos en la prevención, diagnóstico y tratamiento del melanoma sea cada vez más real.
Fuentes consultadas:
- Allegheny Health Network. (s.f.). Melanoma. Recuperado de: https://www.ahn.org/services/cancer/types/melanoma
- American Academy of Dermatology Association. (s.f.). Skin cancer types: Melanoma Diagnosis and treatment. Recuperado de: https://www.aad.org/public/diseases/skin-cancer/types/common/melanoma/diagnose-treat
- Cancer Council. (14 de agosto de 2024). Melanoma. Recuperado de: https://www.cancer.org.au/cancer-information/types-of-cancer/melanoma
- Cancer Council Victoria. (s.f.). Melanoma. Recuperado de: https://www.cancervic.org.au/cancer-information/types-of-cancer/melanoma/melanoma-overview.html
- Cancer Research UK. (7 de febrero de 2025). Melanoma skin cancer. Recuperado de: https://www.cancerresearchuk.org/about-cancer/melanoma
- Cleveland Clinic. (21 de junio de 2021). Melanoma. Recuperado de: https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/14391-melanoma
- Mayo Clinic. (30 de diciembre de 2023). Melanoma. Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/melanoma/symptoms-causes/syc-20374884
- NIH. (17 de febrero de 2024). Malignant Melanoma. Recuperado de: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK470409/







Esperamos que te haya gustado este artículo sobre Melanoma: qué es, tipos, síntomas, diagnóstico y tratamiento.